viernes, 29 de diciembre de 2017

Agricultura de conservación




¡Abajo el arado! ¿Y los bueyes?

(De la serie El planeta que habitamos; la tierra que nos alimenta).

Está de moda hablar de sustentabilidad. Y de ecología. Como la alimentación es un problema crucial, la agricultura es terreno fértil para debatir lo que cada quien entiende como sustentable, ecológico y otros temas afines.
sariol@enet.cu

Fotos del autor y archivo.

 

A la agricultura convencional —intensiva, extensiva o mecanizada—, le compiten la de precisión o consumidora, a gran escala, de insumos ultra especializados. Y en los últimos tiempos pugna la basada en el uso de ingeniería genética y biotecnología.


Desde hace algún tiempo una corriente más actualizada habla —también en Cuba— de Agricultura de Conservación (AC). Pero muchos solo saben a medias de qué se trata.

Todos cantan ditirambos cuando leen que —según definición (en versión corta) de la FAO— es aquella cuyo sistema de producción comprende un conjunto de prácticas agrarias adaptadas a las condiciones locales de cada región y a las exigencias del cultivo, a fin de mejorar calidad y biodiversidad y evitar erosión y degradación del suelo.

Nada nuevo bajo el sol.

Bajo riego natural o artificial, la AC permite rendimientos comparables con la agricultura moderna intensiva y reduce costos de producción, tiempo y mano de obra, en especial en periodos de alta demanda.

Como cualquier modalidad agrícola, precisa naturalmente de buenas prácticas «con uso de semillas de calidad, manejo integrado de plagas, nutrientes y malezas. Y su aplicabilidad es factible en diversos tipo de paisajes agrícolas o uso de la tierra», lo cual parece bastante obvio.

Tal vez el primer indicio de algo peregrino es que admite incluso agroquímicos o abonos de origen sintético, siempre «que no interfiera o haga daño a los procesos biológicos». Llegado a este junto suena un acorde discordante.

La aplicación de la AC exhibe tres principios fundamentales: A) Diversificación de Especies Cultivadas en Secuencia y/o Asociaciones, lo que siempre se llamó, simple y llanamente, rotación de cultivos. B) Cobertura permanente del suelo con materia orgánica, es decir, residuos de los propios cultivos, que en forma de «mantillo» vegetal protege del impacto físico de la lluvia y el viento.

Del mismo modo provee humedad y por tanto de hábitat para numerosos organismos —insectos grandes, hongos y bacterias— que descomponen el «mantillo» y lo incorporan y mezclan, para dar lugar al humus y así favorecen la estabilización física de la estructura del suelo.


Finalmente, entra en liza el principio C): Perturbación Mínima del Suelo en Forma Continua. Esto último, traducido al «humano», es cero roturaciones de tierra —o al menos mínima— en una conjunción verdaderamente sorprendente.

Y aquí ,arde Troya.

Toda la sabiduría agraria de milenios; de civilizaciones, señoríos y caudillajes; de culturas y procederes atávicos chocan con la AC, de frente y a velocidad cósmica.

El arado, que en su momento fue tecnología de punta, y aun hoy es base, no solo es arcaico, sino también contraproducente.

Otrosí

La AC —y sus promotores— se encargan de suavizar el electroshock: no es necesario el laboreo, la roturación o labranza mecánica, porque en medio de tal «mulch» —mantillo— en el que gracias al «edafón» —organismos vivos del suelo—, se procesa toda la materia orgánica, puede producirse la siembra, lo que puede considerarse «labranza» biológica.

La argumentación necesita ahondar en el hecho de que, si bien la labranza tradicional del suelo ha estado asociada con la fertilidad en el proceso de mineralización de nutrientes, se afirma que a largo plazo reduce la materia orgánica. «Por tanto, la mayoría de los suelos se degradan bajo una agricultura arable intensiva y prolongada. Esta degradación estructural promueve la formación de costras y compactación y lleva a la erosión. Bajo condiciones climáticas tropicales, es notoria, pero se puede observar en todos los climas del mundo».

Afirman que «labranza cero», particularmente en el sur de Brasil, Norte América, Nueva Zelanda y Australia, ha dado excelentes resultados.

Desde luego, la Agricultura de Conservación* precisa de un particular—y obligatorio— manejo integrado de plagas. En tal sistema con labranza cero o reducida, basado en cobertura de «mulch», la aparición de plagas y malezas no es poca. Es por ende un elemento importante la rotación de cultivos para interrumpir la cadena de infección.

Los pesticidas químicos sintéticos, en especial los herbicidas, son, en los primeros años, inevitables, pero empleados con sumo cuidado evitan impactos negativos sobre la vida del suelo. También inevitable, principalmente por motivos fitosanitarios, es la quema de los residuos de plantas, con la consiguiente pérdida de nutrientes.

Pero los expertos aseguran que con las prácticas de control integrado de plagas y la rotación de cultivos se producen balances estables entre los organismos del ecosistema y son cada vez más innecesarios pesticidas sintéticos y fertilizantes minerales. La quema de los residuos de cultivos y malezas por motivos fitosanitarios se reduce a un nivel por debajo del sistema original «convencional».

Tantear ventajas y desventajas de la AC inclinarían la balanza del lado positivo, pero nada es en blanco y negro.

¿Cuba, debe?

Los aborígenes cubanos empleaban la coa cuando en el viejo mundo araban a diestra y siniestra, desde A.D.E. Pero medio milenio pesa en las usanzas. Y la necesidad obliga, tanto como la ciencia, la tecnología y la innovación.

Cuba, alargada, estrecha y con escasas lluvias, posee un total de 8 millones 709,3ha., de las que según la Clasificación Agroproductiva de los Suelos Cubanos 1 millón 436.6 ha. son muy productivas, mientras que poco productivas son algo más de 4 millones de ha. con erosión ―de muy fuerte a media―, la proporción de superficie del país anda por un 26,4%; con baja fertilidad, un 27,3%.



En el tema agrícola, el país no puede renunciar a ninguna experiencia, las esenciales y las potenciales; las ancestrales y las novedosas; las tradicionales y las ecológicas, muchas veces coincidentes.

 

La vida es de constante alternativa.

  

*El empleo de la agricultura de conservación consigue alta infiltración de agua, que evita el escurrimiento superficial y por la misma razón la erosión. Ambas cuestiones mejoran los recursos subterráneos de agua. En muchas regiones del mundo en que se ha empleado la AC, manantiales naturales secos durante mucho tiempo, rebrotaron nuevamente. Pero las investigaciones están aún por demostrar orígenes y motivaciones.

 

 

martes, 26 de diciembre de 2017

Pensar con los pies

(De la serie Sociedad, Información, Conocimiento)

Aquí se habla de cómo y adónde te llevarían tus pies por el camino del conocimiento.

sariol@enet.cu
Fotos del autor

¡La forma de tus pies define cómo eres! Naturalmente. Según los tengas, así andarás. Así los cuides —higiene incluida— así te calificarán.

¡El pie es una imagen del cuerpo! Indudablemente, lleva poesía el enunciado; sin embargo, la etiología va más lejos y habla en podología de terapéuticas y echan mano a la masoterapia.

Así, en el camino del conocimiento y según los pies que tengas, se discurre sobre el fluir de energías sobre ti, el poder de la reflexología en tu futuro, sobre tu personalidad y orígenes genéticos, ascendencias y genealogías.

Y entonces uno debiera ponerse en guardia.

De todo le atribuyen a nuestros pies. Como otras tantas teorías atractivas, por Internet circulan presunciones tales como… «Según tus pies, tus antepasados serían griegos, romanos, egipcios, germanos o celtas»; todo se resume a la manera en que se estructura, desde el dedo gordo al chiquito.

En tal axiología «pedánea» —y silvestre—, nadie viene con un pie de las sabanas del Serengueti; nadie con pie asiático o mesopotámico y mucho menos incaico o maya.

Se dice que quienes tienen los pies pequeños aman la buena vida y les gusta tener un trabajo muy agitado, mientras que los de pies más grandes —además de ser afortunados en el amor— suelen tener un carácter emprendedor y tener éxito en los negocios y nuevas empresas.

Cuando los dedos de los pies están torcidos, reflejan una señal de rendición; los dedos largos denotan ambición y un gran dedo gordo simboliza un elevado grado de racionalidad.

Un «despojo» cabeza y pies

Las explicaciones sortean los ítems científicos, con argumentos demasiado frívolos como para tomárselos en serio. Las evidencias no pasan de artificios verbales, tomando al vuelo —en el estilo más pop—, enunciados del tarot o del horóscopo.

Nada que el método científico más sencillo —observación, postulación de hipótesis y comprobación mediante experimentación—, haya podido demostrar.

Por el contrario, en un proceso inverso enuncian primero leyes para la teoría, luego explican sus relaciones y se saltan alegremente la explicación de los fenómenos.

Si en verdad una proposición científica se compone de diversas nociones relacionadas entre sí, con las subsecuentes abstracciones, la validez de tales teorías no vale un comino.

 Naturalmente, la ciencia es incapaz de enfrentar toda la ignorancia humana, pero en su decurso progresivo debe exigir —y exigirse— además del rigor, postulados que partan de la duda razonable. Y la soberbia cartesiana nunca ha sido buena consejera.

Internet se puebla también de trabajos científicos cubanos —en portales autorizados y revistas arbitradas— que no desprecian la reflexología y sus temas versan sobre la eficacia en el tratamiento del dolor cervical… relaciones interpersonales a la luz de la reflexología… psicoterapia reflexológica de la impotencia psicógena…reacciones fóbicas, psicopatología y psicoterapia reflexológica.

En el largo camino al conocimiento, la mente abierta es una vía expedita. Solo precisamos tener enfoque dialéctico.



Definitivamente, que te acaricien los pies es ya de por sí sumamente placentero. Un buen masaje, aunque fuera solo como divertimento, bien vale la alegría de vivir. Y con un poco de imaginación, otro poco de poesía y mucho de pasión resulta de un erotismo glorioso. Y eso ya es bastante.

 Pero, detengámonos ahí.

Un paso más y podemos perder la perspectiva.
Glosario
Podología: ámbito ni ciencia ni disciplina que estudia el tratamiento de las afecciones y deformidades de los pies. La información sobre esta especialidad está muy dispersa y descentralizada.
Masoterapia: técnica de masaje con fines terapéuticos.
Etiología: ciencia que en el campo de la medicina se refiere principalmente al estudio de las causas de la enfermedad. En Filosofía, Biología, Derecho penal, Física y Sicología es término para referirse a las causas de los fenómenos.
Reflexología: considerada por unos como «disciplina científica» y por otros como seudociencia, se enmarca en la fisiología humana. A través de la reflexoterapia —o terapia zonal, denominada también «de alternativa»―, insta a la práctica de estimular puntos sobre los pies, manos, nariz u orejas (llamados «zonas de reflejo»), en el supuesto de que un masaje tiene un efecto beneficioso en un órgano situado en otro lugar del cuerpo. La acusación más esgrimida por sus detractores es la falta de comprobación de sus proposiciones y de estudios clínicos que demuestren su validez, más allá del efecto placebo.

 

Perlas que adornan algunas «teorías pedáneas» en Internet, en las que ninguna se pone de acuerdo:
 
1. Pie egipcio
Tiene una forma alargada y apretada en la que todos los dedos se fusionan y el dedo gordo del pie se estrecha en la parte superior. Este pie tiene una forma bastante delicada y sutil. Denota a una persona soñadora, con espíritu idealista. Reservados, llenos de secretos y con tendencia a escapar de la realidad, cambian de ánimo fácilmente.
 
2. Pie Romano
Conocido también como «pie común» o «Pie de aire», es característico de quienes poseen cuerpo equilibrado y bien proporcionado. Extrovertidos y de naturaleza sociable, siempre están dispuestos a aprender cosas nuevas y participar en experiencias intelectuales estimulantes. Es propio de viajeros debido a que son ligeros, de forma armónica y proporcionada, pero su orgullo desmedido raya en la soberbia.
 
3. Pie griego
 
El segundo dedo es más alto y estrecho y sobresale desde el eje del pie respecto al resto; forman una figura similar a la de un triángulo. Dícese de tales pies que pertenecen a personas muy activas, deportistas y de mente imaginativa; entusiastas y hábiles motivadores de quienes les rodean. Tienden a ser en cambio muy impulsivas, de fácil estrés que contagian a los que tienen a su lado.
 
4. Pie Germánico
 
Es un pie cuadrado —más tosco que el resto—; la longitud de cada dedo, incluyendo el dedo gordo, semejante a un rectángulo. Este tipo de pie se denomina «Giselle» o «Pie Campesino». Los tienen entes muy analíticos, tendientes a reflexionar y examinar un problema hasta la exageración. Sin embargo, son prácticas, fiables y seguras, y nunca dejan nada a medias.

 

 

jueves, 21 de diciembre de 2017

Estomatología, ciencia y tecnología


Como para enseñar los dientes

(De la serie Ciencia, tecnología y salud)

sariol@enet.cu

Se afirma que la estomatología es hoy campo de las más avanzadas investigaciones de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, sigue siendo una de las áreas de la salud con tratamientos más invasivos, al punto de ser el «coco» aterrador de casi todo el mundo. Una condicionante se agrega al dilema: está entre los servicios más caros del mundo y queda fuera de la cobertura de la mayoría de los seguros de salud. El paciente pasa a la condición de cliente con poco margen de duda.


Sacar un turno con el dentista, llegar a la clínica, que por fin te toque y sentarse en el sillón es la mitad de la angustia.

Mirar de soslayo la hilera de instrumentos medievales, mientras se escucha en derredor la pavorosa fresadora es el tiro de gracia para los nervios de unos cuantos. Da igual si se trata de una impresión superior del arco, parotiditis o cirugía mucogingival. En primer plano te esperarán igual espejos dentales, sondas —dental o periodontal—, cánulas, jeringas, agujas —largas, cortas y extracortas—, separadores, tal vez bisturíes —con hoja del Nº 15, del 11 o del 12—, elevadores (rectos y winter), pinza gubia y hasta un martillo «levanta puentes».

La mayoría no se usará en tu boca, pero igual están ahí para aterrarte.

Los estomatólogos insisten en hablar de «práctica mínimamente invasiva», como aquella basada en la prevención y el diagnóstico precoz, en la preservación y cuidado de los tejidos óseos, periodontales y dentarios, y sobre todo en el respeto al paciente, que ante todo es un ser humano.

En la carrera por hacer creíbles los anteriores postulados, ciencia y tecnología parecieran quedarse detrás.

Ser o no Ser

Sin embargo, la verdad es lo contrario.

La estomatología lleva buen trecho recorrido en el estudio de fundamentos de la llamada terapia génica, la ingeniería tisular y la medicina regenerativa, basada esencialmente en el uso de las células madres.

Tales investigaciones comenzaron a desarrollase desde mediados del siglo pasado, apoyadas en la capacidad de autorenovación, proliferación y diferenciación de aquellas ubicadas en la cavidad bucal y que poseen capacidad para formar células con carácter osteoodontogénico, adipogénico y neurogénico.

Los estudios afirman que existen en pulpa de dientes temporales, en pulpa de dientes permanentes, en espacios periodontales y de la mucosa bucal.

¿Hasta dónde siguen siendo ensayos, estudios en animales o proyecciones a futuro?

Parecieran secretos bien guardados o tecnologías de punta asequibles solo a raros bolsillos.

Desde la práctica de implantes osteointegrados a los injertos óseo autógenos, aloinjertos o xenoinjertos, los resultados siguen siendo controvertidos.

La ergonomía, especialidad dedicada a estudiar adaptaciones a las condiciones psicofisiológicas del ser humano, intenta ir más allá del diseño de área de trabajo y sillas que permitan muslos paralelos al suelo y la columna perpendicular al piso de la consulta, o evitar que la cabeza y cuello estén en hiperextensión.

En Cuba se encuentran en desarrollo proyectos de investigación del uso de células madre «en la cirugía maxilofacial y en el tratamiento de los defectos óseos periodontales con el empleo de células madres»,[1] pero aún no se ha extendido a la generalidad.

Todo diente que brille es oro

Las razones por las que la estomatología está entre los servicios más caros del mundo y se mantenga fuera de la cobertura de la mayoría de los seguros de salud, quedan en el limbo de la incertidumbre de no saber si es al revés.

Las causas por las que la estomatología más pública pareciera mantenerse al margen de lo último de la ciencia y la tecnología son solo razones financieras.

La verdad es que, por un sí o un no, lo mejor es extremar los cuidados desde la prevención.

 

Una prótesis dental de Elvis Presley, reconocida mundialmente como The King´s Crown recorrerá varias clínicas dentistas de Inglaterra, Escocia y Gales hasta el próximo 17 de junio, como parte de una campaña para concienciar a los británicos del riesgo de cáncer de boca.

 

 

Cada 20 de marzo la humanidad celebra el Día Mundial de la Salud Bucal.

 

Una prótesis dental fue hallada en una necrópolis galo-romana en Essone (Francia), que data del siglo II D.C. Los etruscos en Italia eran los mejores maestros de la odontología durante el Antigüedad. Solían utilizar aplicaciones dentales en el siglo VII a.C.

 

 

 

 



[1]Uso de células madre en el complejo bucofacial/ colectivo de autores/ http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552012000500015

martes, 19 de diciembre de 2017

Cuba en el contexto de cambio climático


En busca del Santo Grial

(De la serie III Milenio: las estaciones del hombre)

 

Por Ms.C. Jorge Sariol.

sariol@enet.cu

 

Que el clima está cambiando, con alteraciones observables, no es noticia. Es medible el aumento de la temperatura promedio anual, el ascenso del nivel medio del mar y las variaciones del régimen de lluvias.

Es posible también de mostrar con cifras el incremento y extensión significativa de las sequías ―que llega con los subsecuentes cambios en la disponibilidad del agua― y la disminución de los recursos hídricos potenciales. Y todo lo anterior es síntoma, corolario o secuela del cambio climático.

La preocupación de medio mundo es cómo vamos a salir de esto. Y Cuba es parte muy preocupada de ese medio mundo interesado.

Además de las cinco alteraciones enumeradas al principio, el archipiélago sufre la salinización de acuíferos terrestres, en particular los subterráneos, por el avance de la «cuña salina», mientras ve amenazados —en un futuro impreciso, pero inexorable— sus asentamientos humanos costeros, por la pérdida de superficie terrestre.

Como parte del planeta ­interesada en hallar respuestas―, el país se adecua y asume ya la tendencia predominante en el enfoque ante el cambio climático en sus dos vertientes: la adaptación, como prioridad, y la mitigación, como oportunidad para enfocar el desarrollo.

Sin embargo, aún con la existencia de un marco de preparación, con el Programa para el enfrentamiento al cambio climático ―octubre 2007―y la implementación de los macroproyectos Peligros y Vulnerabilidad Costera y Plan de Acción (febrero 2011), todos sabemos que no es tan sencillo.

La Tarea VIDA, aprobada en abril de 2017 como plan del estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático de la República de Cuba, es tal vez el más amplio, responsable y previsor propósito que la nación se haya planteado.

Como criterio fundamental, la tarea se centra en la preservación de la vida de las personas, su seguridad física y alimentaria y el desarrollo del turismo, por lo tanto requiere de la intervención de muchos organismos y entidades.

Sus tiros van dirigidos a una gestión responsable ante la disponibilidad y uso eficiente del agua, la reforestación hacia la máxima protección de los suelos y las aguas, el manejo de arrecifes de coral y playas arenosas.

Sus proyecciones se encaminan hacia la seguridad alimentaria, el empleo de energía de fuentes renovables —sobre todo, la eficiencia energética— y el desarrollo de los ámbitos agropecuarios, de turismo, salud, construcción, transporte e industria.

Su providencia se interesa en perfeccionar monitoreo, vigilancia y sistemas de alerta temprana. Y como base de todo empeño, se interesa en desarrollar la percepción del riesgo y aumentar el nivel de conocimiento de la población.

Cuba no es culpable del cambio climático, pero igual nos afectará y conviene que encontremos el modo de resolver, además, los problemas ambientales acumulados en la nación, que incluyen la degradación de los suelos, la afectación de la cobertura boscosa, la contaminación y la pérdida de la diversidad biológica.

¿Será demasiada suspicacia?

El Dr. en Ciencias Wenceslao Carrera un experto cubano del medio ambiente, asegura que no hay vuelta atrás: «El cambio climático ha estado relacionado con la actividad del hombre. Desde la era preindustrial, hay una correlación muy directa entre las emisiones de gases de efecto invernadero y del incremento de la temperatura global en el planeta, es decir, la temperatura promedio en su relación superficie océano tierra de todos estos años. Desde los años 70 ha habido un aumento sustancial de estas emisiones. Y ya sobrepasamos la concentración permisible.

«Téngase el discernimiento que se tenga, no puede ignorarse que las temperaturas aumentan cuando aumentan las emisiones de CO2, y este aumento de temperatura no debería superar los 2 grados. La concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI) debería estabilizarse a 450 partes por millones (ppm). 

«Estamos acercándonos a los llamados “puntos de inflexión” en términos de capacidad de carga de la atmósfera del planeta», puntualizó.

Por los días en que este trabajo se andaba gestando se daba a conocer una convocatoria realizada por la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), de Cuba, a los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) y entidades nacionales para inventariar las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO). 

El levantamiento —mediante un software nacional— permitiría cuantificar el consumo de esas sustancias, para trazar una estrategia nacional y hallar alternativas en la agenda país y reducir la presencia de refrigerantes que dañan el Medioambiente.

Son ámbitos diversos.  Si el problema será para todos, las soluciones deberán llegar también desde cada uno.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Bioproductos vs Agroquímicos




Más que un juego de palabras

(De la serie EL PLANETA QUE HABITAMOS; LA TIERRA QUE NOS ALIMENTA).

sariol@enet.cu



La tierra necesita de nitrógeno, fósforo y potasio, tres elementos imprescindibles para la fertilidad, la producción y el rendimiento en la agricultura.

A su vez, el aumento de la población mundial urge de alimentos de forma extendida.

En la sucesión causa y efecto, dos aspectos cobran particular relevancia: por un lado el manejo de la producción agrícola a gran escala, con el empleo de plaguicidas cada vez más potentes y por otro la necesidad de gestionar con sentido ecológico toda la cadena alimentaria.

En el juego, dos tendencias entran en pugna: la ya posesionada industria agroquímica y la pujante concepción del desarrollo de bioproductos.

La primera lidera los mercados, ha estandarizado las tecnologías y sobre todo ha creado una cultura ensamblada en la rapidez de los resultados, aunque con ello la tierra se agote.

Por la misma ruta los ecosistemas se invalidan y los mismos engendros industriales constituyan riesgos y hayan sido, de hecho, orígenes de desastres.

La creación, desarrollo, producción y uso de bioproductos enfrenta un dilema difícil de resolver: necesitan manejar con concepciones sociotecnológicas las contradicciones con los agroquímicos, agudizadas cuando se establecen comparaciones a partir de iguales paradigmas.

El primer presupuesto es no considerarlos sustitutos de los agroquímicos, sino como una opción. A juicio de los defensores de los bioproductos destinados a la agricultura, los químicos se aplican, mientras que los biológicos se gestionan.

A partir de estudios complejos y diferenciados en el terreno, esto los hace todavía poco competitivos, porque no actúan con la misma rapidez que los agroquímicos. Al precisar de más operaciones en su tecnología —procesos fermentativos, de concentración, de secado y de formulación—, los costos del producto final suben, alejándolo más del mercadeo.

Uno en tres

Tres tipos de bioproductos fundamentales pueden emplearse en la agricultura: los biofertilizantes, destinados a la preparación de suelos y capaces de movilizar los tres elementos básicos —nitrógeno, fósforo y potasio—, mediante el empleo de microorganismos.

Le siguen los bioestimulantes, para el fortalecimiento del desarrollo vegetal y finalmente los bioplaguicidas, encargados del control de plagas y enfermedades.

En su gestión no producen residuos químicos-tóxicos en las cosechas y por consiguiente no contaminan los alimentos para consumo humano y animal. Mantienen su actividad en el campo por tiempos determinados, lo que implica no tener que aplicarlo de forma consecutiva. Favorecen el restablecimiento de la entomofauna benéfica, a la vez que da pocas posibilidades de aparición de resistencia de las plagas, un mal producido con frecuencia por los agroquímicos, convertido en ciclo interminable cada vez más agresivo.

Las aplicaciones de los químicos se producen, muchas veces, ante la urgencia de una plaga; los biológicos, en cambio, se administran en índices más bajos.

A pesar de usarse con amplias miras desde los años sesenta, buena parte de los dispositivos artefactuales para manejar los bioproductos son prototipos realizados por encargo, lo que obliga a que un gran porciento de productores desarrollen las acciones en forma «artesanal».

Aun cuando exista la posibilidad de tecnificarse, en gran medida, la mano humana sigue siendo la protagonista de la historia.

La suma de pocos…

Tal vez dos aspectos tengan en ascuas a la humanidad, ya acostumbrada a las pifias de la ciencia y la tecnología.

No pocos detractores esgrimen el hecho de que, siendo productos que utilizan organismos vivos empleados en procesos a largo plazo, un error en el manejo de estas técnicas —¡donde quiera hay margen al error!—, pudieran acarrear desastres solo resueltos a muy largo plazo.

Orietta Fernández-Larrea Vega,[i] investigadora cubana, autora de estudios sobre control microbiológico de plagas y defensora de los bioproductos es categórica en sus consideraciones.

«Es cierto que se emplean organismos vivos, pero estos se obtienen de la propia diversidad biológica y son devueltos a mayor concentración, después de reproducirlos por diferentes métodos.

«Al final vuelven al equilibrio en la naturaleza, y esto es fácil de comprobar, cuando tiempo después de aplicados, se monitorean y nunca están por encima de las concentraciones de las que, habitualmente, aparecen en la naturaleza; además la mayoría viven en un hospedante, que es la plaga, y cuando esta baja, disminuye la concentración del entomopatógeno, de modo que la mantiene controlada, porque si sube y persiste, casi siempre en el suelo, vuelven a activarse y así se mantiene un equilibrio.

«Por tanto, si bien es cierto que pudiera haber riesgos, ¡siempre los hay!, este surgiría solo si ocurriera un desastre ecológico, como sucede a consecuencia del uso y abuso de los químicos».

Otro de los grandes lances contra los bioproductos —como ocurre con las tecnologías que obtienen energías de fuentes renovables— es verlos solo como alternativas muy locales y limitadas, nunca a gran escala, ante un mundo que precisa de producción alimentaria, urgente y a progresión planetaria.

La doctora Fernández-Larrea riposta: «puede pensarse que con los bioproductos no se van a resolver todos los problemas en las grandes producciones, por su limitada posibilidad de generarlos a niveles mundiales, en algunos casos, pero si pudiéramos reducir el 50 % de los químicos a nivel mundial, ¡qué gran cosa lograríamos! ¡Cuánto se desintoxicaría el ambiente! Además la suma de pocos hace mucho ¡Y de esos se trata!, de multiplicar su producción y uso.
«En definitiva, cada vez pueden producirse mejores productos biológicos, lo cual, sin dudas, apoya la extensión de su empleo. Sé que hay quien no comparte mis opiniones, pero la gestión a largo plazo se traduce en menos costos, en iguales o más rendimientos por hectárea y sobre todo más salud


[i]Doctora en Ciencias Biológicas, profesora de la Universidad de La Habana y especialista en Microbiología aplicada al desarrollo de tecnologías para la producción de microorganismos para el control biológico de plagas.Miembro del Comité de Expertos del PNCT Biotecnología Agrícola y el PR de Control Biológico. Labora en el grupo empresarial LABIOFAM.
 
 

domingo, 10 de diciembre de 2017

Suelos cubanos

Con los pies en la tierra.
                   (De la serie El planeta que habitamos; la tierra que nos alimenta).
sariol@enet.cu
 
                           La ciencia es el misticismo de los hechos,
                                       la verdad es que nadie sabe nada.
                                                                                          Leonid Nikoláievich Andréyev,  
                                                                                               escritor y dramaturgo ruso.
                                                                                                               (1871-1919).
Erosión, compactación, salinidad y también acidez son los grandes males de los suelos cubanos. Sin embargo el problema mayor tal vez esté en la gestión integrada de todas las actividades que suponen su uso, fundamentalmente en agricultura, ganadería/pastos, forestación y minería.
La falta de coherencia en el plano agrícola es el más complicado de todos los ámbitos, porque exige un pensamiento convergente y a la vez un manejo tipificado de cada una de las actividades agrarias.
En medio de todo, la urgencia misma de alimentos[1], además de incidir en el desequilibrio del sistema productivo, indirectamente suscita también el deterioro del suelo.


I
En ocasión del acto central por el 26 de julio del 2007, celebrado en la ciudad de Camagüey, el entonces Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz decía: «aproveché en llegar aquí por tierra, para ver que todo está verde y bonito, pero lo que más bonito estaba, lo que más resaltaba a mis ojos, era lo lindo que está el marabú a lo largo de toda la carretera»[2].


No pocos reaccionaron incitando a una campaña contra el “diabólico” marabú[3], a toda costa y a todo costo, dando curso a la tendencia humana de ir a la letra y no al espíritu de las ideas.


Costó que se entendiera que el problema no era el marabú, sino la tierra ociosa, y que un manejo convergente de dicha planta podía genera masa verde para un excelente pienso, también como biocombustible en forma de carbón vegetal —muy bien cotizado en el mercado europeo— y como buena madera para muebles rústicos. Finalmente, como floresta que incorpora nitrógeno a la tierra, podía tenerse como alternativa en la rotación de cultivos.


La  buena gestión cerraría el círculo, que incluye un correcto manejo ambiental.


II
La idea arrancó, tarde pero segura: «Suelos sanos para una vida sana» fue el lema elegido por la 68ª sesión de la Asamblea General de la ONU, al declarar el 2015 como Año Internacional de los Suelos.[4]


La FAO y miembros de la Alianza Sudamericana por el Suelo, se empeñan en promover la recuperación de la superficie cultivable de la subregión. Pero el panorama es demasiado grande y según estadísticas de esta organización cerca del 70 por ciento de la superficie capaz de producir, presenta diferentes niveles de degradación en Cuba.


Estudios recientes demuestran que las provincias de La Habana y Pinar del Río, por ejemplo, demuestran que buena parte de su área rural y sus aguas de riego han aumentado su salinidad, en cultivos establecidos en torno a los 10 metros, como son los pastos, la caña de azúcar y el arroz.


Los mismos van mostrando una caída paulatina de su nivel productivo.


«Este enriquecimiento de sales, unido a un riego no atemperado a las condiciones físico-químicas de los suelos, o a la presencia de un drenaje deficiente, hacen que la vegetación y cultivos se vayan degradando, condicionando sus sistemas biológicos de forma tal que solo sobreviven las especies y variedades más rústicas o tolerante al estrés (…) Las aguas de regadío deben ser monitoreadas a fin de no aplicar aquellas cuyos contenidos salinos sobrepasen las 650 ppm de sales solubles totales, y especial atención para el uso de aquellas que provienen de pozos que en ocasiones mantienen intrusión marina, o las provenientes de campos situados en posiciones topográficas más altas (aguas de reciclaje).[5]


 Es este, sin embargo, solo un panorama parcial de un todo, que puede apreciarse en varias provincias cubanas.


III
En función de hallar soluciones, el estado cubano subvenciona ideas para contrarrestar esos procesos de degradación. Mediante un Programa Nacional de Mejoramiento y Conservación de los Suelos, 17 polígonos conformados por fincas de productores, son gestionados científicamente por el Instituto de Suelos, para el mejoramiento y la conservación de la tierra arable y también de los hídricos, de forma integral, con el fin de que sirvan de ejemplo a los restantes productores.


 La realidad demuestra que si no son reorganizadas las políticas en el manejo de las estrategias productivas, el deterioro de los suelos cubanos será incremental, tanto como las urgencias por resolver sus conflictos.
Gestión, coherencia y visión a largo plazo, no deberían ser términos de otro planeta.




PROPÓSITOS DE LA DECLARACIÓN DE LA ONU SOBRE EL AÑO INTERNACIONAL DE LOS SUELOS
  • Conseguir la plena concienciación de la sociedad civil y los responsables de la toma de decisiones sobre la profunda importancia del suelo para la vida humana;
  • Educar al público sobre el papel crucial que desempeña el suelo en la seguridad alimentaria, la adaptación y la mitigación del cambio climático, los servicios ecosistémicos esenciales, la mitigación de la pobreza y el desarrollo sostenible;
  • Apoyar políticas y acciones eficaces para el manejo sostenible y la protección de los recursos del suelo;
  • Promover inversiones en actividades de manejo sostenible de la tierra para desarrollar y mantener suelos saludables para los diferentes usuarios de la tierra y grupos de población;
  • Fortalecer iniciativas en relación con el proceso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda post-2015;
  • Promover una mejora rápida de la capacidad para la recopilación de información sobre el suelo y la supervisión a todos los niveles (mundial, regional y nacional).
 


[1] La urgencia de disponibilidad y asequibilidad de productos alimentarios en favor de una alimentación sana se enfrenta a una dieta pobre y monótona –con elevado contenido de alimentos ricos en carbohidratos, sin variedad, diversidad y contenido de micronutrientes.
[3]http://www.granma.cu/cuba/2014-05-01/wenseslao-y-el-marabú.      http://sierramaestra.cu/cuba/25869-eliminan-areas-infestadas-de-marabu-en-cuba.
[4] Esta jornada recuerda el fallecimiento de Hugh Hammond Bennet, un reconocido hombre de ciencia que quiso lograr un aumento de la producción de la tierra a través de su mayor protección y que trabajó para concienciar de los beneficios de su adecuado manejo.
[5] Impacto ambiental de la degradación paulatina de los suelos en la región Sur de las provincias de La Habana y Pinar del Río. http://www.cubasolar.cu/biblioteca/Ecosolar/Ecosolar03/HTML/articulo06.htm