miércoles, 22 de febrero de 2017

El verbo fue el principio



El mundo no es un caos, pero a ratos lo parece.

La ISO 9001-2015, es la más actual versión herramienta global de medición de la calidad. Dada a conocer hace algo más de un año, más que productos o servicios, anda concertando gestiones y afinando procesos. Y no cree en lágrimas. Por lo pronto, si se quiere ser competitivo, y esto va con todo —ciencia y tecnología incluidas— habrá que ajustarse sin remedio a normas internacionales

La fórmula I+D+i —investigación más desarrollo más innovación—, con la velocidad vertiginosa de los cambios tecnológicos, parece descuadernarse en el tránsito por el abrupto camino de la globalización.

Sucede que si a la ciencia y a la tecnología le es inherente la investigación, el desarrollo es una noción de la que se ha adueñado el universo económico-financiero. La innovación, en cambio, es parte y parte.

Sin embargo, cuando el cabecilla es don Dinero y el secuaz un tal Mercado, todo acaba donde empieza.

Y en la carrera a por más, los niveles se estandarizan. Se norma hasta la exquisitez.  El mundo se autorregula. Y aplaude. Hay consenso —dicen— y todos son escuchados.

¿Será?

Con todo, el mundo es un caos: se reciclan los conflictos políticos,  religiosos sociales y laborales. Se desbanda la explotación excesiva de recursos naturales; crece sin control la agroindustria y los impactos negativos en el ambiente aparecen una y otra vez.

Se asegura que a partir de las cumbres de Rio de Janeiro, despertaron las conciencias y también mediante ISO se intenta  enfrentar la situación.

El mundo será un caos, ciertamente, pero un caos organizado. ISO es «la Biblia» y al parecer consigue lo que la Onu no ha podido.

Algo sigue constante: la regla la ponen los poderosos.

El conocimiento es recurso.

La ISO 9001 —versión 2015— pretende —¿solo pretende?— ayudar a las empresas y a las organizaciones. Todo cabría en la gestión de la calidad, desde  la inocuidad de los alimentos al análisis de riesgos medioambientales (ISO 14001:2015), gestión de la energía (ISO 50001) e incluso  gestión de la seguridad y la salud en el trabajo (ISO 45001).

La herramienta, en un largo documento, intenta estabilidad en los requisitos por una década o más; ansía aplicabilidad de la norma para todo tipo y tamaño de organizaciones; quiere actualidad sobre la gestión eficaz de los procesos; desea apreciación de los cambios en las praxis y en la tecnología aplicable en los sistemas de gestión de la calidad. Ambiciona reflejar los cambios en los entornos en los que las organizaciones operan —cada vez más complejos, exigentes y dinámicos—; pretende emplear lenguaje simplificado y estilos de redacción que ayuden a su comprensión y a la interpretación consistente de los requisitos impuestos por las normas.

Desde septiembre del 2015 a septiembre del 2018 habrá un periodo de transición de tres años para certificar organizaciones según la ISO 9001-2015. Después de septiembre de 2018 las certificaciones a la edición de la ISO 9001- 2008 ya no serán válidas.

Bien mirado, el mundo no es un caos.





La Organización Internacional de Normalización (ISO) —independiente y No-gubernamental— está formada por organizaciones de 164 países miembros y se encarga de la creación de estándares internacionales. Su sede está en Ginebra, Suiza.

Fundada el 23 de febrero de 1947, promueve el uso de estándares propietarios, industriales y comerciales a nivel mundial, aunque en realidad termine imponiéndolos.

Fue una de las primeras organizaciones a las que se le concedió estatus consultivo general en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

Muchos creen que la organización adoptó ISO como sus siglas del griego isos —igual—, pero los fundadores nunca lo confirmaron.








La OHSAS (Occupational Health and Safely Assessment Series), es la encargada de establecer los mínimos requisitos para implementar las mejores prácticas en gestión de Salud y Seguridad en el Trabajo. En esencia, aseguran que su implementación:

• Genera motivación moral.

• Genera reducción de costos, al prevenir accidentes.

• Propicia un lugar de trabajo mucho más seguro    y saludable.

• Genera confianza en los accionistas de la empresa u organización.







La HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point) es la herramienta para evaluar y controlar peligros en la cadena alimentaria. Se basa en establecer sistemas de control centrados en la prevención de dichos peligros en cualquier fase de la cadena, desde el productor, hasta el consumidor final.

Los tres idiomas oficiales de ISO son inglés, francés y ruso. El arraigado español y el emergente chino andan peleando su inclusión.

En informática, con rara excepción, estándares ISO no están disponibles gratuitamente. Y el coste ha sido visto por algunos sectores como demasiado elevado para proyectos pequeños de software de código abierto.